jueves, 19 de noviembre de 2015

EXCURSIÓN A FUENMAYOR



Con puntualidad castrense, a las nueve de la mañana del sábado pasado partimos los dieciséis aguerridos caminantes que participamos en la excursión propuesta por ADEX como parte de sus actividades, coordinada y guiada en ésta ocasión por nuestro compañero Antonio España. Caminar por el campo con Antonio es todo un lujo: sus conocimientos de botánica son tan extensos que hacen que cada flor, cada planta, cada árbol, o cada arbusto, sean una lección magistral.


Cruzamos el parque de San Miguel (el de la “ñ”) por la orilla del estanque, donde un buen número de patos y una pareja de cisnes nos contemplaban flotando mansamente sobre sus aguas. Anduvimos un trozo en dirección a La Grajera por una vereda que dicen llamar “La ruta del colesterol” ¿Por qué será?... Y pronto enfilamos por entre viñedos el sendero que nos llevaría hasta El Cortijo. Con un día soleado, a pesar de lo avanzado del calendario (14 de noviembre), aun pudimos saborear con delectación algunos racimos de uvas que asomaban entre las escasas hojas amarillentas que todavía quedaban en las cepas. 

Pronto divisamos algunos guardaviñas, esas edificaciones de piedras rústicas y breves que en épocas pasadas servían de cobijo contra las inclemencias del tiempo a quienes laboraban los bacillares. Más adelante y en un altozano, se alzaba majestuosa una torre de vigilancia de forma cuadrada troncopiramidal coronada por almenas que, según nuestro guía, formó parte de una red de centros de vigilancia y comunicación que fueron levantados allá por el siglo XVII con motivo de las Guerras Carlistas y que trasmitían los mensajes mediante la utilización de espejos, cubriendo grandes distancias.




Llegados a El Cortijo hicimos un alto en el camino para dar buena cuenta del almuerzo y por mi parte, dado lo avanzado de la hora, junto con algunos otros, optamos por no continuar hasta Fuenmayor  y bajo un sol de justicia, inusual para la época en que estamos, regresamos caminando por la carretera hasta Logroño y a eso de las dos de la tarde llegamos cansados y sudorosos a nuestro hogar dulce hogar…  



Texto: José Antonio González
Fotografías: Eugenio Serrano y Pilar Vidaurreta  

En el siguiente enlace encontraréis una pequeña parte de las explicaciones de Antonio España, escritas por él mismo, sobre los pormenores de la excursión. Como podéis comprobar y como dice José Antonio, contar con él es un lujo para los excursionistas. 


PD. Pronto comunicaremos en el blog detalles de la excursión que estamos preparando para ir a La Grajera en el mes de diciembre. 


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