martes, 24 de mayo de 2016

HOMENAJE A URBANO ESPINOSA



El pasado 17 de mayo fue un día especial en la vida de Urbano Espinosa (El Rasillo de Cameros, La rioja, 9 de diciembre de 1945), catedrático de Historia Antigua, Director de la Universidad de la Experiencia y rector de la UR entre los años 1994 y 2001.
Comenzó a las 11 de la mañana cuando bajó al Hall del edificio Vives y se encontró con la exposición fotográfica que llenaba el vestíbulo y que sus alumnos habían montado mientras él estaba en su despacho para darle una sorpresa. 


En la pared izquierda, fotos de su etapa académica y como director de la UR. La pared de enfrente, dedicada al yacimiento de Parpalinas con exposición de cerámica y de algunos de los libros que ha escrito: La ciudad hispano-romana, Epigrafía antigua de La Rioja, Gentes y pueblos de Ocón: imágenes de la vida tradicional... En la pared de la derecha, unas cuantas fotografías que resumen su paso por la UNEX, aunque quienes se encargaron de este tema fueron dos socios de ADEX (Carlos Rojo y Blanca Alfaro) que seleccionaron, prepararon y colocaron las fotos atendiendo así a la amable invitación de sus alumnos curriculares, representados por Adrián Calonge y en colaboración con la profesora Pepa Castillo. Con las fotos se expone un soneto escrito por Julia Baigorri. 


A las 12 de la mañana, impartió la que fue su última clase como docente de la Universidad de La Rioja en la abarrotada Aula Magna del Edificio Quintiliano en la que abordó, en el marco de la asignatura Historia de la Antigüedad II, los cambios políticos, económicos y culturales que tuvieron lugar al final del Imperio Romano. Después de los aplausos que le brindaron sus alumnos, compañeros y amigos, se dirigió a su despacho donde le esperaba otra sorpresa, esta vez muy bien guardada: una placa con su nombre que desde ese día da nombre, valga la redundancia, a la sala de profesores. 

(Extracto de la entrevista del periódico La Rioja)
— Un día intenso. ¿Cómo se siente?
Emocionado y sorprendido. Sabía que la última lección era en el Aula Magna para que fuera en abierto, pero no esperaba tanta gente, tantas sorpresas y tantos amigos y conocidos. Estoy gratamente sorprendido y con los afectos y el cariño  flor de piel.

— ¿Ha habido lágrimas?
Ha habido dos momentos emotivos. Por la mañana en el vestíbulo del Vives con la exposición fotográfica de los alumnos,  y después en el Departamento cuando los compañeros han tenido la atención de poner mi nombre a la sala de profesores. 

— Y ahora, ¿a vigilar obras?
(Ríe) Espero que no...Tengo muchas cosas que se me han ido quedando ahí. Seguiré investigando y escribiendo. He realizado excavaciones sistemáticas en el Valle de Ocón y las últimas han aportado muchos materiales. Me dedicaré a los resultados de esas excavaciones para preparar una monografia sobre el yacimiento de Parpalinas. Me veo viniendo a la biblioteca de la UR por las mañanas, trabajando en materiales arqueológicos, con las tardes más libres y con algún viaje... pero siguiendo con la investigación aunque con menos medios, que ya son pocos...






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