jueves, 24 de marzo de 2016

ASÍ FUE LA VISITA AL PALACIO DE LOS CHAPITELES


Desde el año 2005, el Instituto de Estudios Riojanos fija definitivamente su sede en la casa o Palacio de los Chapiteles, edificio cargado de historia que remonta su existencia al siglo XVI y que debe su “apellido” (Chapiteles) a las dos torres cuadrangulares que coronan la fachada principal de edificio.
Su construcción fue propiciada por los  Jiménez-Enciso que, aunque no ostentaban ningún título nobiliario, eran una familia muy acaudalada de la  época y se podían permitir la construcción de  este palacio para fijar en el su residencia. Estuvo en poder de esta familia y sus descendientes hasta finales del siglo XVIII.
Posteriormente pasó a ser propiedad D. Pedro Salvador Muro, marqués de Someruelo, y fueron  sus herederos ya en el año 1862 quienes se lo vendieron al consistorio logroñés por el precio de  10.000 duros para instalar allí las dependencias municipales.
No es necesario decir que a lo largo de todo este tiempo el palacio ha sufrido numerosas trasformaciones, tanto para adaptarlo a los tiempos como a los usos de cada momento de su historia.

Desde que se convirtió en la sede municipal de Logroño hasta que dejó de serlo en 1980, el palacio ha sido visitado por multitud de personalidades de la vida nacional: Amadeo de Saboya, Alfonso XII, Práxedes Matero Sagasta, Alfonso XIII, el Generalísimo…
A pesar de tantas reformas y trasformaciones aún conserva una pequeña parte de su antiguo esplendor: La escultura de La Elocuencia que adorna la caja de escalera, el alfaraje de madera que corona el zaguán de la entrada, las pinturas de los ilustres de Logroño que decoran la sala de reuniones…
Pero los mayores tesoros que alberga el edificio en estos momentos, son sin duda los fondos de la Biblioteca de la Rioja: el fondo antiguo y el fondo Rioja.  El primero formado por libros de singular valor, unos por su rareza y otros por su antigüedad, entre estos últimos destaca un ejemplar editado por Guillén de Brocar en 1496, casi en los albores del descubrimiento de la imprenta (hacia 1445).
En cuanto al fondo Rioja, está compuesto por una colección de textos donde se recoge todo el acervo cultural de La Rioja y de las provincias colindantes, y tiene como objetivo prioritario la conservación de nuestro patrimonio documental.

Texto: José antonio González, encargado de las relaciones con el Instituto de Estudios Riojanos en la Junta directiva de ADEX, que realizó con los socios de ADEX que quisieron acompañarle una visita al Instituto de Estudios Riojanos el pasado martes día 22 de marzo. 

Fotografías: Carlos Rojo




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